Y emerjo
de nuevo
en tus hombros
vientre muslos encías
elevándote
entre mis rocas
-revoloteo-
en tus incontrolables dedos
Ydetrás
del parpado somnoliento
de la lúdica saliva.,
de los espasmos de espumas
de néctares en la garganta
en tu sedienta carne,
degustada
por tu oráculo de besos,
extraes mi hoguera
inflamando el deseo
a hurgar en la cavidad
de mi sexo
Aíslame...
bajo la perfumada
sombra de tu anatomía,
ya no puedo escapar
a la fogosidad que proyectas
en cada caricia,
los satisfechos espasmos
en todas mis esquinas
En las vueltas
de las calientes sabanas
a la expansión de tus fluidos
-en mi vagina-
cuando me fornicas,
a cuatro patas
como una perra enloquecida
Y sin lejanía de salivas
tu boca bebe de la mía
riviera salada
es tu epidermis
fundida en la mía
Y temo mi amor,
a desprenderme
del silbido de tus empujes,
a desprenderme
de las notas sostenidas
que vacías en mi boca,
a la enfermiza
agitación de mis senos
a complacerme
-sin límites-
dentro y fuera
encorvados de caricias
A radicar estos ardores
que me queman
me excitan!,
al compartido sudor
que nos invita…
a ser coronadas corrientes
entre tu piel y la mía
Y ya solo
dispongo de un minuto
para morir
en tus serpenteantes espasmos
te abates sobre mí
yo..
la que era indomable!
la que oprimía
los barrotes de mi cárcel
Ahora...
soy yo la que suplico,
la que me entrego!
escarba en mi rebelde alma
seccióname lentamente
vacíame las entrañas,
y en los repliegues de tu cuerpo
haz de mí tu cadáver
Dama Negra